El sol resplandecía sobre mi rostro. Era tan difícil reconocer las consecuencias de mis actos. Los pensamientos no surgían, era imposible concentrarme. Después de esa unión especial, el sudor me arropaba, cualquier sentimiento se escapaba. En la nada de este mundo, tú y yo estamos vacíos, sin deseo para hacer otra cosa en la vida. Tú sobre mí, yo mirando tus ojos negros, que como bellos azabaches seducían mi pensamiento, sometiendo mi voluntad al deseo de amarte por completo. Mas en este día de marzo la soledad nos acompaña. Quisiera que el tiempo no transcurriera, que este instante fuera eterno, pero tú y yo sabemos que ha llegado el momento de partir. Todo fue marcado cuando se nos unió aquella desconocida llamada soledad. Ella deshizo nuestro lecho desde el instante en que penetró en nuestras vidas. ¿Vida?, ¿qué vida?, ni siquiera eso existía, simple ilusión producto ingenuo de nuestras mentes, mentes que sólo conocían el amor inherente a nuestros cuerpos. Un amor que no mermó hasta el fatídico día en que conocimos a nuestra némesis: la separación. Pero el amor como río que fluye constante, que olvida el veneno, que limpia el dolor, ha sido la cura que nos ha reunido, que nos ha traído a este escenario de nuestras vidas, donde nos hemos reconciliado en este día.
Vilnya Payano, Melissa García, Nelysa Suriel, Isaac Vílchez, Cristian Dickson, Carlos Pérez.
Vilnya Payano, Melissa García, Nelysa Suriel, Isaac Vílchez, Cristian Dickson, Carlos Pérez.
23-4-2011/ 12:33 P.M.